lunes, 4 de febrero de 2013

JOSÉ ZORRILLA: DON JUAN TENORIO


SOMBRA:
es esta noche, don Juan,
el espacio que nos dan
para buscar sepultura.

Parte Segunda. Acto I. Escena IV


 


Cátedra. Colección Letras Hispánicas
SOMBRA:
Un punto se necesita
para morir con cordura,
porque mañana, don Juan,
nuestros cuerpos dormirán
en la misma sepultura.

Parte Segunda. Acto II. Escena IV

 
 
DON JUAN:
¡Oh! Arrebatado el corazón me siento 
por vértigo infernal…, mi alma perdida   
va cruzando el desierto de la vida
cual hoja seca que arrebata el viento.   
Dudo…, temo…, vacilo…, 
en mi cabeza siento arder un volcán…
(…)
¡Jamás creí en fantasmas…! ¡Desvaríos!
Mas del fantasma aquel, pese a mi aliento,  
los pies de piedra caminando siento,   
por doquiera que voy, tras de los míos.                
¡Oh! Y me trae a este sitio irresistible,
misterioso poder…

(Levanta la cabeza y ve que no está en su pedestal la estatua de Don Gonzalo.)
¡Pero qué veo!
¡Falta de allí su estatua…! Sueño horrible,  
déjame de una vez… No, no te creo.            
Sal, huye de mi mente fascinada,        
fatídica ilusión…
(…)
La efigie de esa tumba me ha invitado
(…)
Heme aquí, pues: comendador, despierta.

(Llama al sepulcro del Comendador –Este sepulcro se cambia en una mesa (llena) de culebras, huesos y fuego, (…) Encima de esta mesa aparece un plato de ceniza, una copa de fuego y un reloj de arena –Al cambiarse este sepulcro, todos los demás se abren y dejan paso a las osamentas de las personas que se suponen enterradas en ellos, envueltas en sus sudarios. Sombras, espectros y espíritus pueblan el fondo de la escena )

Parte Segunda. Acto III. Escena I


 

DON JUAN:
¿Y ese reló?

ESTATUA:
Es la medida              
de tu tiempo.

DON JUAN:
¡Expira ya!

ESTATUA:
Sí; en cada grano se va     
un instante de tu vida.

DON JUAN:
¿Y esos me quedan no más?

(…)

ESTATUA:
Don Juan, 
un punto de contrición        
da a un alma la salvación            
y ese punto aún te le dan.

DON JUAN:
¡Imposible! ¡En un momento       
borrar treinta años malditos        
de crímenes y delitos!

ESTATUA:
Aprovéchale con tiento,
(Tocan a muerto)
porque el plazo va a expirar,       
y las campanas doblando           
por ti están, y están cavando      
la fosa en que te han de echar.
(Se oye a lo lejos el oficio de difuntos).

(…)

DON JUAN:
¿Y esos cantos funerales?

ESTATUA:
Los salmos penitenciales,           
que están cantando por ti.
(Se ve pasar por la izquierda luz de hachones, y rezan dentro).

DON JUAN:
¿Y aquel entierro que pasa?

ESTATUA:
Es el tuyo.

DON JUAN:
(…)
¡Mas ahí estáis todavía
(A los fantasmas)
con quietud tan pertinaz!    
Dejadme morir en paz
a solas con mi agonía.        
Mas con esta horrenda calma,    
¿qué me auguráis, sombras fieras?    
¿Qué esperan de mí?
(A la estatua de Don Gonzalo).

ESTATUA:
Que mueras               
para llevarse tu alma.
Y adiós, don Juan; ya tu vida      
toca a su fin, y pues vano           
todo fue, dame la mano              
en señal de despedida.
(…)
conmigo al infierno ven.
(…)
(Don Juan se hinca de rodillas, tendiendo al cielo la mano que le deja libre la estatua. Las sombras, esqueletos… van a abalanzarse sobre él, en cuyo momento...

Parte Segunda. Acto III. Escena II

No hay comentarios:

Publicar un comentario