martes, 5 de febrero de 2013

TIRSO DE MOLINA: EL BURLADOR DE SEVILLA Y CONVIDADO DE PIEDRA



DON PEDRO:
pienso que el Demonio
en él tomó forma humana,
pues que, vuelto en humo y polvo,
se arrojó por los balcones,
Jornada Primera

DON JUAN:
La puerta
Cátedra. Letras Hispánicas
ya está cerrada. Ya estoy
aguardando. Di, ¿qué quieres,
sombra o fantasma o visión?
(…)

DON GONZALO:
Dame esa mano; no temas.

DON JUAN:
¿Eso dices? ¿Yo, temor?
Si fueras el mismo infierno,
la mano te diera yo. (Dale la mano)

DON GONZALO:
Bajo esta palabra y mano
mañana a las diez estoy
para cenar aguardando.
¿Irás?

DON JUAN:
(…)
Mañana tu güesped soy.
(…)
¡Válgame Dios! Todo el cuerpo
se ha bañado de un sudor,
y dentro de las entrañas
se me yela el corazón.
Cuando me tomó la mano,
de suerte me la apretó,
que un infierno parecía;
jamás vide tal calor.
un aliento respiraba,
organizando la voz,
tan frío que parecía
infernal respiración.

(…)

DON JUAN:
Cenemos.

DON GONZALO:
Para cenar
es menester que levantes
esa tumba.

(…)

CATALINÓN:
¿Qué plato es este, señor?

DON GONZALO:
Este plato es de alacranes
y víboras.
(…)
Estos son nuestros manjares.
(…)

CATALINÓN:
¿De qué es este guisadillo?

DON GONZALO:
De uñas.
(…)

DON JUAN:
Ya he cenado; haz que levanten
la mesa.

DON GONZALO:
Dame esa mano;
no temas, la mano dame.

DON JUAN:
¿Eso dices? ¿Yo, temor?
¡Que me abraso! ¡No me abrases
con tu fuego!
Jornada Tercera


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