lunes, 4 de febrero de 2013

CHARLES DICKENS: EL GUARDAVÍA


-Una noche de luna (…) estaba sentado aquí cuando oí una voz que gritaba: “¡Hola! ¡El de ahí abajo!”. Me sobresalté, miré desde la puerta y vi a esa otra persona de la que le hablo. Estaba de pie junto a la luz roja cerca del túnel, agitando el brazo (…). La voz parecía cada vez más ronca de tanto gritar, y repetía: “¡Cuidado, cuidado!” (…). Tomé la linterna, la puse en rojo y corrí hacia la figura mientras gritaba: “¿Qué pasa? ¿Qué ha ocurrido? ¿Dónde?”. Estaba de pie justo en la boca del túnel. (…). Iba a cogerle el brazo cuando desapareció.






Fragmento extraído de:
Cuentos de fantasmas, VVAA, Editorial Oxford

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